Si vives sol@, si un día estás de resaca o si simplemente te da pereza cocinar, sueles agarrar cualquier pasta que encuentres por casa, medio cocerla y echarle tomate frito. ¡NO SE PUEDE SER MÁS RANCIO! Mueve el culo y haz que la pasta no sea algo insulso. Aquí tienes la siguiente receta con sus respectivas fotos y vídeo.
- 250 gr. de fusilli
- 200 gr. de champiñones
- 1 zanahoria
- Salsa de tomate frito
- 1 diente de ajo
- media cebolleta
- Queso (para rallar)
- Sal y pimienta
- Orégano
- Aceite de oliva virgen extra
RACIONES
2 personas
PREPARACIÓN
En un olla echamos agua (como mitad de la olla) y abundante sal y ponemos a hervir. No echar la pasta hasta que el agua rompa a hervir o no sabremos exactamente cuando la pasta empezó a cocinarse y se nos pasará o la tomaremos demasiado al dente. Una vez que la pasta ya esta lista llega la duda de mucha gente. ¿La enjuago o no? En este caso es pasta simple, pero si hiciéramos pasta rellena JAMAS, y dije JAMÁS, enjuagar la pasta o acabaremos destrozándola. ¿Y qué hacemos con los fusilli? Si enjuagamos la pasta, la capa de almidón desaparece que ayuda a que la salsa se adhiera desaparece y por tanto la salsa resbalará por la pasta además de que tendremos que volver a calentarla y ya es pasta recalentada. Pero en el caso de que vayamos a hacer una ensalada o de que nuestra salsa aún no esté lista y vayamos a demorar demasiado, entonces enjuagadla para que no se convierta en una plasta de pasta. Aclarado esto sigamos con el resto de ingredientes.
Ponemos en una sartén un chorreoncito de aceite a fuego lento. Pelamos el diente de ajo y troceamos. Si no queremos que se nos repita la comida a la hora de la merienda después de un buen trozo de tarta de chocolate, mmmmmmm chocolateeee, se me fue la concetración a otra parte… En fin, prosiguiendo con lo anterior lo que debemos hacer es quitarle el corazón al diente de ajo. Lo partimos por la mitad y el corazón es esa raíz que lo atraviesa de un extremo a otro. Picamos la cebolleta y lo echamos a la sartén junto con el ajo. A continuación, y si los champiñones son muy grandes, los troceamos por la mitad y a la sartén. Todo esto suponiendo que los habéis lavado. La zanahoria, una vez lavada, pelada y troceada sigue el mismo proceso. Tapamos la sartén y lo dejamos que se haga durante unos diez minutos para que la zanahoria no esté entera. Un consejo si queréis que nuestra pasta esté mucho más sabrosa es agregarle un chorreoncito de vino blanco de botella de cristal. Importante este dato. BOTELLA DE CRISTAL. El vino se conservará durante más tiempo y no llegará a agriarse como el que venden en cartón. Pasados los diez minutos, agregamos salsa de tomate (al gusto), sal y pimienta. Removemos y retiramos del fuego.
Para finalizar, ponemos la pasta en un plato, agregamos la mitad de lo que hicimos en la sartén. Y digo la mitad porque la receta es para dos, y si no queréis que el otro os mande bien lejos mejor que le guardéis. Rallamos un poco de queso encima de la pasta y agregamos orégano. Et voilà!
Buen provecho
2 comentarios en “Fusilli con champiñones y salsa de tomate”